
Llegan silencios rotos que atormentan a las siestas que los recuerdos tienen cuando llega la apacible noche, pero ahí estoy, presente pero ausente, con la seguridad de aquel que calla para no sentir, o simplemente esperando como aquel que espera aquella rosa azul que nunca podrá tener, o una mujer que espera nueve meses por una vida, o como aquella muchacha que va caminando con paso lento, observando y preguntándose ¿DÓNDE ESTOY? ¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario